Una de las cosas mágicas que tiene la música es que, si cerramos los ojos y escuchamos un fragmento de una pieza musical, a cada persona le evoca un pensamiento, un sentimiento o una situación. Este elemento fundamental se utilizó en el siglo XIX, donde cada pieza musical tiene un significado que evoca diferentes sentimientos.
Además, música y poesía siempre ha ido de la mano. Siempre ha existido un tipo de música descriptiva donde el compositor trata de retratar un elemento. Por ejemplo, durante la época del Barroco (1600-1750), Antonio Vivaldi compone una colección de conciertos para violín que describen las estaciones del año. Te sorprenderá lo que describe el siguiente vídeo:
Pero el siglo XIX fue más allá. Durante esta época la música descriptiva evoluciona a la música programática, es decir, música que describe un programa (entendido como una historia). Es decir, el compositor trata de "narrar" un acontecimiento mediante la música. Nace así el poema sinfónico.
Esta forma musical consta de un solo movimiento para orquesta donde la música no sigue ninguna estructura fija, sino que está sometida a lo que el compositor trata de describir, por lo tanto, es una composición libre. Entre los compositores más destacados podemos citar a Berlioz, Franz Liszt, Smetana,...
Uno de los más famosos es el compuesto por el francés Camile Saint-Saëns titulado "Danza Macabra". La obra comienza con 12 notas del arpa que simbolizan la media noche, posteriormente el tritono con el violín donde la muerte llama a las almas a salir de las tumbas. Comienza un vals que cada vez se vuelve más agresivo donde el xilófono representa el choque entre los huesos. Además también se vislumbra una tormenta nocturna. Todo concluye con el amanecer donde el gallo canta y todas las almas vuelven a sus lugares a la espera de un nuevo anochecer.
Pero, sin duda, uno de los más famosos gracias a la factoría de Walt Disney es el "Aprendiz de Brujo" del también francés Paul Dukas, basada en una balada de Goethe. En el siguiente vídeo puedes ver la trama del mismo.
El inicio del poema sinfónico de Strauss "Así Habló Zaratustra" es una de las piezas más famosas de la historia de la música. El compositor se basó en las teorías filosóficas de Nietzsche.
Otros poemas sinfónicos famosos son "El Moldava" de Smetana, "Pinos de Roma" de Respighi o las historias de amor del poema sinfónico de Liszt titulado "Mazeppa", basado en el personaje Iván Mazeppa.
Nos vemos en el aula!!!
Comentarios
Publicar un comentario